No dudes que mi ofrenda renovada
estará a cada paso del camino,
tu tristeza no causa retirada
ni tu ausencia transforma mi destino.
No pienses que mi verso subestima
las terribles batallas en tu mente,
es mi amor el que forja cada rima
y espera ser tu tronco en la corriente.
Es fácil navegar la mar en calma,
con el viento a favor, futuro a vista;
mas cuando falte luz en el poniente
y a furiosa marea le hagas frente,
confía en que mi barca, siempre lista;
saldrá a salvar la pureza de tu alma.