Mi curiosidad no se satisface con nada, excepto con el dulce roce de la realidad
El andar labriego bajo el sol incandescente despierta los murmullos de la hierba
Las aves escapan buscando el ayer, seguro y reconfortante
La sagrada patria ha sido corrompida, aunque la educación sea un privilegio
Trabajar no lo es, no importa cuál, siempre que sea honrado será digno
E indignos los que obstruyan el progreso de uno de los nuestros
Qué calamidad caminar por las calles, esquivando a todo mundo
Temiendo la agresividad pacífica de los otros
Temiendo insultos y vejaciones
Solo buscamos comprar un poco de pan, pero de ese que es para el alma
De ese que no se consigue en los mercados, sino con la suave brisa del aire
Con un horizonte marino, despejado y anunciando el nuevo mañana