Ay de mi que no encuentro
como hacer lo que deseo,
y sin embargo hago presto
todo aquello que no quiero.
Es una lucha constante
para hacer lo que así debo,
más descubro a cada instante
que hice lo que no quiero.
Quién me librará algún día
de esta mi carne tan vacua?,
que se empeña en ser virtuosa
más lo que hace es cosa fatua.
R. Gruger / abril, 1992