Teme la garza blanca el ruido
que, sobre el promontorio del agua,
Salta repentina y cae al nido.
Y de lo fugas que es la vida,
Se compara a la pequeña flor
Que asoma sus brazos en un día.
¡Ah, torbellino que se oye de lejos
Y en su plumaje amarillo y negro ¡
Se posa sobre la rama el vencejo,
Surca el aire un brillo es su reflejo
Y del temor que asoma en el espejo
Fue un sueño triste en el pasado,
El cual como el cielo nublado
Pasa como agua entre las manos. Dv