Penetrando el tejido de la consciencia
Los sueños se ven perpetrados
Sin duda, fui feliz a tú lado
Más requerí de paciencia
Fui Casiopea en la tierra
Mi energía se propagaba en las calles
No emergí, para hacer la guerra
Soy trashumante, que recorre los valles
Oriundo de las montañas
La playa, el sol y la lava
Con la meditación, yo lloraba
Pues me tocaba las entrañas
Un día pedí a Dios
Que con su luz, me iluminara
Y una sombra, negra, cayó
Del cuello, al suelo que pisaba
Sujeté el cielo con mis brazos
Y agarré el pezón de la muerte
Su garganta gritaba la suerte
Que el futuro me deparaba