La lluvia besa la acera
y la ciudad se ensancha.
Las luces en el agua
y las calles se agrandan.
Paraguas de colores
inundan la mañana
y la tarde no espera
con la ropa mojada.
Y todo es un después
y el ahora no basta.
Ya llegarán otros días
desnudos de alborada.
Y todo será noche
bajo las gotas claras.
Como un beso sin boca
y un canto sin guitarra.
La lluvia besa las aceras
y la ciudad se ensancha.
Estamos solos y perdidos
y la vida a seguir nos llama.