Ángel Alberto Cuesta Martín

NUNCA NADIE ME DIJO

NUNCA NADIE ME DIJO

 

Nunca nadie me dijo que el horizonte,

ese lugar donde se quiere llegar,

cuando damos un paso, un paso corre,

y alcanzamos lo que va dejando atrás.

 

Nunca nadie me dijo que el alba nace

para todos cada día sin parar,

ni que Dios a pesar de tantos desmanes,

en su eterno amor, no nos deja de amar.

 

Nunca nadie me dijo que más allá

de lo evidente y llano está lo esencial,

ni que los pájaros por el cielo van

volando porque aprendieron a volar.

 

Nadie me dijo que aquella agua que corre

jamás se detiene, camino hacia el mar,

ni que las estrellas alumbran al hombre

solo porque su misión es alumbrar.

 

Nadie me dijo que hay dolores y llantos

hasta que dolido y llorando aprendí

que con lágrimas vamos aligerando

amarguras que brotan con frenesí.

 

Nadie me dijo que somos caminantes

con un destino como meta final.

Nadie me lo ha dicho porque nadie sabe

cuando ese destino nos ha de llegar.

 

Nadie me dijo que el polvo del camino

siempre se adhiere en nuestros pies al andar,

ni que hay rumbos luminosos y sombríos

hasta que plañendo aprendí a caminar.

 

Ángel Alberto Cuesta Martín