Alas vírgenes de clavel
Rocían tú rostro bendito
Luz de estrella sobre tú piel
En mi corazón se ha subscrito
Fuí la víctima del ayer
Penitencia de corte maldita
En verdad nunca quise saber
Pero mi vida estaba escrita
Olas de hiel y cristal
Agarradas al suponer
Que mi vida es un cincel
Que ranura y sabe cortar
Candil de luz de soledad
Sospecho en la guarida
Que las lunas, creo que en verdad
Nunca a nadie ilumina