A los pies del ciprés yacía,
Rodeado de rosas dormía,
Mientras la noche advertía
Que mi oscuridad reinaría
Más el sueño vehemente
Con gran lucidez concebía
Un mundo primigenio,
Transmutando brevemente
A mi mudo demonio,
Ahuyentando la cobardía
Despertando dócilmente
En el silencio del bosque,
Un nuevo ser nacía
Deambulando al estanque,
Coronando al vidente,
Creando su apología
He aquí tu victoria,
Tu tan aneblado hito,
Esta vista que vitria,
Es acaso todo un mito
Sigues avanzando
A la deriva navegas,
Mientras en ideas
La mente deseando
Que el tiempo se eclipse
La marcha se detenga,
Que el horizonte cesase
Y así la ilusión avenga.