Te quiero complacer con un soneto,
tan blanco, tan sutil y transparente
como la savia pura que, silente,
desciende entre mis piernas, lo prometo.
Te quiero complacer sin voz de veto,
asida con mis labios a tu afluente,
tus manos en mi nuca en insolente
vaivén que se complace en lo secreto.
Te voy a silenciar cuando mi boca
engulla tus gemidos encendidos
y dé a luz la salmodia con grafías.
Permite que te goce, como loca,
en tálamo de versos concebidos
y haciéndote el amor en mis poesías.
Crystal CG.