Un autor por conocer

Trago amargo

Los atardeceres no eran su amor correspondido,
su vista nublada por el deseo común
era la idea forzada de que ella aún no se había ido.

La sorpresa serena de su ausencia
era el trago amargo que debió haber bebido,
la fuerte tormenta sin anestesia
perturbaba lo que aún no había entendido.

La farsa huella en su cuerpo
y los momentos incoherentes 
de un amor dolido.