Alexandra L

La Tierra

Solo la tierra que está bajo los pies
merece la gratitud eterna
porque  lo ha dado todo,
aunque un día cualquiera nos pasara la cuenta.

Solo la tierra cálida y amada,
que transforma la miseria en riqueza,
bendita tierra  lo que  pare
y  con bondad entrega.

Todos iguales  a la hora de su cena, 
el manjar exquisito que devora sin pena,
de etiqueta, puntuales cuando el minuto llega
al final somos eso, un puñado tierra.

Y mientras ella cuenta, las estaciones pasan,
y distrae  la mirada este tapete persa de la naturaleza
con tan vivos colores, otoño y primavera
que contempla mi alma en noches sin estrellas.

Sigamos el camino, con alegrías y penas
con amores distantes, con sueños a la espera,
viviendo el cada día, con las cuentas en regla
con el alma desnuda, y la carga ligera.