Pedro Abarca

Matemáticas

Las matemáticas siempre fueron fáciles,

los números nunca me hicieron llorar,

pero cuando se trata de amores imposibles,

mi corazón no sabe cómo operar.

 

Intenté sumar nuestras risas y besos,

restar las peleas y desencuentros,

multiplicar los momentos felices,

y dividir los momentos de lamentos.

 

Pero los cálculos no me ayudaron,

no pudieron resolver este problema,

porque el amor no es una ciencia exacta,

y el corazón no siempre sigue el esquema.

 

A pesar de los intentos y los métodos,

nunca pude encontrar la solución,

porque el amor no es una simple fórmula,

y cada pareja tiene su propia ecuación.

 

Ahora me encuentro aquí frustrado,

intentando olvidar el resultado de mi error,

deseando que las matemáticas hubieran podido ayudarme,

a comprender el algoritmo del amor.