No sé como lo haces y no quiero saberlo,
pero conoces tu poder y no te moderas.
Me llevas al límite de las palabras, del deseo y la paz.
No me lo expliques siquiera,
ese misterio me observa, me llena, me atrae,
me acaricia y me da sorpresas,
me gusta tanto que estés cerca.
Anticípate a mi espera,
conquista mis asperezas.
Trae tu mano a mi ombligo
y mírame después.