El fuego de tús ojos
Encandila mi ser
Yo, de niño, te vi crecer
Con alegría, sin enojos
Me fijé que eras vigía
De la virtud de tú poder
De tú sentir, yo no diría
Que no hay consciencia de tú ser
Luz divina y permanente
Catedral mundial de los sueños
Con el ojo de tú frente
Del misterio, eres dueño
Rey que comparte su trono
Águila real, en las alturas
Por tú amor, eres un icono
Y un titán, por tú bravura