Sombras en la noche, chinescas,
retratan paredes y ventanas,
cincelan puertas vaciadas, al
caprichoso resplandor, luna llena
Inquietas nubes recortan sombras
juegan, remodelan y confunden.
Entre el follaje, maraña de obras,
inertes en esperpento tenebroso
Todo en calma de un irreal éxtasis,
de un seductor temblor luminario,
en pulular inquietante de eclipses,
devorando odas de arte perdido
El mármol de la noche, frío, inerte,
martillea la mente y disuelve, latente
sustancia del mesencéfalo, sensitivas
fibras, bloquean cuerpo y mente
Y el mundo duerme el despierto
la antípoda, y el atardecer meridiano
aviva sombras de horizonte lejano,
al inalcanzable paraíso de la paz
Acaso, ¿es la luz la que provoca sombras?