Han pasado tantas horas entre tu y yo, pero mi memoria sigue tan vivaz, y sí quise darme cuenta y trato de olvidarte, me sobraron tantos besos, que a veces no entiendo tu anomalía, siempre serás mi mejor intento, pero no logro comprender tu armonía, yo no sé del tiempo, lo que si sé, es que vivo pensando en tu algarabía, y las horas consumen mi cabeza, dando vueltas pensando en tu realeza, analizando mis llantos que pasan en un instante a risas. Por esas caricias que pasaron y mi sensibilidad añora tu provocación, por tus palabras que sembraste en mis oídos, que fueron tus mas bellas mentiras, con la dulzura de tu ideas demenciales, llegaron al sí de lo mas profundo de mí, y no te diste cuenta que fracturaste mi querer, quedando al descubierto mi corazón. A mi edad es más fácil perdonar, el dolor, con un beso detrás de un abrazo, que funde en el asirio de la absurda cenicienta, buscando intentar ser feliz, y terminó como el mejor cuento del libro mas corto. Verás apagar las luces que no duermen, para no encontrarme tus sombras, y volverte a buscar entre penumbras, para que vuelvas a ser mi mejor intento...