Alucinantemente, estrambóticamente...
oh amor, amor que sumes al delirio,
si hacer daño y causar heridas no es tu misión,
¿por qué haces viable las laceraciones
de dos corazones que se reconocen arrobados?
Por qué, amor, haces parte de ti
lo que evidentemente no es tu naturaleza,
pesquisa que corroboras en las faenas…
Inevitable cuestión: ¿qué más queda?
Seguir amando desde lo que es desconcertante, desbordante…
Amor, si eres plenitud,
si eres felicidad en su mayor expresión,
¿por qué permites que en el acto de un beso
la duda de tu consistencia arribe?
Si los destellos de luna
son tus aliados, ¿por qué pones
la impresión de que todo es ficticio en ella?
Amor, en los corazones
que siendo neófitos se encaminan
desde un sendero unificado,
dilucida la incertidumbre y esfuma la perplejidad…
Demuestra, amor, irrefutablemente
que eres plenitud y felicidad
en su máxima expresión.