Maravilloso fue venir hasta aquí…hasta tu orilla…
a esta rivera solitaria y abrigada…
a contemplar el mar de tu invocación…
a perder mis ojos en tu mirada franca,
regocijarme en tu playa, meditabunda…
besada por el oleaje, en sincronizada mansedumbre.
Buena idea fue viajar hasta aquí,
hasta este remanso divino de tu esplendente aposento,
a tu retiro de perfección e introspección…
donde atinaste esta paz escurridiza por tanto tiempo.
Llegar a tus costas bañadas de océano caliente…
y encontrarte serena…después de la tormenta,
fue un deleite inexplicable.
Después de una travesía sorteando escombros…
remendando dilemas…
intentando corregir los desaciertos…
después de haber descifrado el crucigrama de mis conflictos internos,
atravesando senderos atestados de incertidumbres,
donde crucé por labrantíos ocupados por una soledad culposa…
con paisajes grises… en deterioro constante,
evitando los pesimismos más atroces.
Después de haber lidiado…
con los arrolladores sinsabores de la existencia,
es bueno saber, que existe un lugar de coincidencia…
donde las almas brillantes manifiestan su verdadera esencia.
Te contaré de mis delirios…ahora que puedo dar fe…de tu paraíso maravilloso.
En realidad, estuve perdido…por décadas…
siguiendo tu rastro tan efímero y esquivo,
llegue a pensar que todo era ficticio…
que tu brillo era la manifestación farsante… de un espejismo alucinante.
Pero eras real…todo era cierto…
tu llegaste para alumbrar mi destino…
pero entonces, no pude comprenderlo,
no estuve preparado para nuestro reencuentro.
Tú has venido a mi rescate…
y me siento dispuesto ahora para partir contigo…
a tu infinito…donde me pertenezco.
Sabía, de algún modo…
desde aquel triste lunes que partiste…
que volverías por mi…
algún silencioso domingo por la tarde…
y has llegado por fin …de tu insufrible y dolorosa ausencia.
Tu amor jamás me abandonó…
tú estás aquí… como lo prometiste…
y yo me siento feliz …de alistar mi equipaje …para emprender el retorno…
y compartir juntos el tan anhelado viaje.
Eres tu…el más grande amor que yo he sentido…
porque el amor de una madre…siendo sublime …
es indestructible…
una huella inmortal,
un sentimiento eterno…
sencillamente incomparable.
A mi amor eterno.