Miguel Ángel Miguélez

HIJOS DE LA ANESTESIA

 

 

 

 

 

Somos la vida en la renuncia. Vivos

despojos ya sin voluntad. Patéticas

ruinas que buscan persistir. Frenéticas

sombras del sueño y del insomnio. Chivos

 

de la expiación más despiadada. Divos

de un espectáculo salvaje. Éticas 

aparte: buitres, bilis, hiel... Poéticas

muertas. Esclavos. Del placer cautivos.

 

Somos aquellos que no son. La furia

es nuestra madre y nuestro padre. Hijos

de la anestesia y la implacable sed.

 

Nada nos basta. Caminamos fijos

los ojos, blancos de cruzar la espuria

puerta a ese abismo al que caer sin red.