Ni el fuego quema tanto como mi cuerpo al tocarte, mis latidos se aceleran al poseerte y los labios se me humedecen cuando me arremetes en tus brazos fuertes.
Me estremezco cuando me tocas lentamente las piernas con tu lengua fresca y mojada, se me corta la respiración por el juego que haces con tus dedos en la fuente cristalina de mis adentros.
Sin piedad hazme sudar como si caminara por días en el desierto, quiero beber de la cascada dulce de tu boca ardiente y que me dejes sin aliento, pero llena del alimento que emanas en la cama.
Apriétame en tu pecho hasta que flaqueen mis huesos, poquito a poquito, llénate de mí, quiero susurrarte mis deseos que sean melodías en tus oídos, acuéstate en la suavidad de mis senos.
Siente como me embriagas de pasión y me haces enloquecer cuando tatúas tu nombre en mi vientre donde abundan mil secretos, mientras despacito conectas cada lunar de mi piel.
\"Jade Nocturno\"