Ellie Woonlon

Ateo

Él no creía en los ángeles,
él no creía en los poemas;
ayer se fue a recitarles
sus travesuras
y triquiñuelas

Él en su arte
una hoja en la brisa,
se fue de prisa, hoy les entona
añares de maravillosa
poesía griega

Números que ya no urgen,
noches que mi llanto vela
creía él en cábalas,
creía él en diosas de piedra

Ayer se pintó en una obra,
bravos barcos bajo la tormenta,
óleos azules parecen las olas,
pintas blancas las estrellas;
pero él no creía en las brochas,
él no creía en las mareas,
y en la botella borgoña
su nombre escrito -se mece- a la rivera

Él creía en las canoas,
forma tranquila de ir al compás,
y ahora en Argentina no está,
su alma va y rema
por todo el lago Prespa

Él no creía en el más allá
Él no creía que el cielo tenga puerta
Y ahora que en Argentina no está
su alma pasea
por tierras helénicas

Ayer se dejó las llaves y la vida en el umbral,
pesa el tiempo en esta prosa 
en el que no lo veo más;
y en un reloj que dejó
se escurren los días como la arena

Él no creía en las despedidas,
él no creía en la vida eterna;
y ahora que no está,
creo yo por él,
que por ahí va
que vuela