Vamos,
te mostraré donde se hospedan
los minutos que le faltan a mis horas,
las mañanas que reposan inconclusas
y la palabra sin adiós
del libro aquel que seguiré leyendo
hasta que dormida mi entereza
se quede sin apellido y sin razón.
Seguiré acariciando
todos los sueños que apresé
de vertientes de agua cristalina,
las flores que sembré sin tener prisa
que deseaban alcanzar tierra fecunda,
esa tierra de tu mundo sin fronteras
y la luz
de tu cielo estrellado y de tu fe.
Nunca tuve la osadía de reclamar
cuando partías en dos mis emociones,
nunca ofreciste motivo
y con el tiempo se fue volviendo cielo
este amor que como rayo
duerme detrás de la tormenta.
Es de noche y el mirlo sueña,
los retratos callan
y el silencio con sigilo reacomoda
las hojas del cuaderno donde escribo.
Vamos,
te mostraré el camino hacia mi casa
entre montañas y veredas,
entre charcos y jazmines
hacia el portal de mi alma sin adiós
y a mi corazón… en cada verso.
Autor…reh