Libélulas inquietas …que deambulan por escondrijos etéreos del pensamiento.
Un concierto de delfines danzando sobre las olas de un mar de búsquedas.
La bandada de golondrinas…incontenibles y traviesas…
que emigran en primavera…y se evaporan en la distancia.
Un arco iris disolviendo su pacto sobre el horizonte,
derritiendo sus matices en el fuego del último sol…en ese ocaso incandescente.
Y el carrusel de la inocencia, dando giros anti horarios,
pretendiendo regresar a la infancia…para romper los alegatos del destino.
Un rimero de sueños truncados…desvelados de insomnio.
Y los recuerdos en hilera…esperando abandonar el baúl de las tristezas.
Siempre vuelvo al mismo contexto…donde emergió esta nostalgia,
siempre se regresa a la última escena…donde se supone que empezaron las penas.
He visto atravesar nubarrones grises…por los cielos más azules,
y lunas blancas… por las tinieblas más atroces de noches perpetuas.
He visto como los atardeceres sucumben sin ilusiones…
y como los amaneceres despiertan sin sonrisas.
He sentido mi corazón latir desesperadamente…convencido de tu regreso,
y lo he sentido también desfallecer…a la sombra de tu ausencia.
Siempre vuelvo a rememorar aquellos tiempos…
donde tú y yo…ardíamos de pasión en cada encuentro,
y suspirábamos al unísono…como dos almas en perfecta coincidencia.
Siempre, y hasta ahora…sigo extrañando lo vivido…
anhelando tropezar con algún milagro inesperado…
que te devuelva por fin… de este intolerable olvido.