Carlos Justino Caballero

ALEGORICO PUÑAL

 

Llegaban las sombras de la noche

y las ropas caían presurosas

por ardores más ardientes

que la noche, que también ardía.

La piel en concordancia parecía

querer terminar con ese fuego

que se llevaba la inocencia

y en convulsos movimientos se movía.

La carne buscaba en su memoria

pero no recordaba tal vehemencia,

que sólo cedió en sus urgencias

tras ser amada por un alegórico puñal.

 

Era el campo y desde el corral se oía

en la quietud del silencio

el relincho de una yegua.

 

De mi libro “De mis últimas letras”. 2020 ISBN 978-729-540-5