Me despido de febrero
con las ganas que no han sido.
Aun me duelen las manos
de poemas no escritos.
y me duelen los sentidos
de tanto esfuerzo baldío.
Yermo diría un amigo,
que rebusca las palabras,
y estéril sería un sinónimo,
que tendría más sentido.
Lo cierto es que ha sido pobre,
sin ofender a los pobres,
que al menos pobres han sido.
Dejando de lado el cuento
que justifica el motivo,
quiero llamar la atención
que no estamos para oficios…
Vivimos en un volcán;
y en el borde, un precipicio.
No es un sueño mal soñado,
es la verdad sin motivos.
Me despido de febrero
sin poder hacer el libro.
Y en medio de humeantes llamas,
y peligros inminentes
cuando nadie ve el peligro,
no puedo escribir poemas
de amores que no he tenido.
Frank Calle (28/ feb./ 2023)