Un camino con espinas
llevó a Jesús a la cruz,
pero el nos dejó su luz
con enseñanzas divinas.
Sin imponernos doctrina,
su amor siempre fue el mensaje,
para seguir con coraje,
con mucha fe y disciplina.
No hacen falta intermediarios,
pues su palabra se inflama
y en nuestro pecho reclama
cumplimientos prioritarios.
De a poco comprenderemos,
¡somos chispa del Señor!,
y el fuego será mayor
cuando todos lo aceptemos.
Lucila De Melo(MMGA)
Uruguay