Voy a llorarme encima
de una lágrima
que sonsaque
del rocío
todo lo oculto
que las hadas viven,
en el pleito
de la identidad perdida,
las olas son el único refugio
y la oscuridad
ese espejo de edad tardía
donde he sentido
la lluvia reír,
hendirse sobre la luz
de una rosa
color paraíso,
surcando la verdadera crucifixión
del fuego.