Es tu olor un cambio primaveral,
en la mañana, en la noche alumbrada…
Es tu manar una flamante entrada,
una impronta, una marca natural.
Aspiras a un promesa, amor cabal,
que contempla la vieja pisada,
mientras la fresca brisa, mojada,
renueva el impulso, el original.
No lo niegues, estudia el movimiento,
soslayando los baches, va la rueda.
¡No es en vano este descubrimiento!
Continúa enérgica la vereda…
y si erras por la violencia del viento,
conecta nuevamente con la búsqueda.
Cora