SANTUARIO DE AMOR...
Quiero hincarme en tus besos
y santificarme en tus labios puros,
dejar en tu boca el beso de mi amor primero.
Quiero persignarme pensándote y amándote,
Y llevarte dentro de mi alma todo el tiempo.
Ser tu alimento y tu sustento de vida,
mis senos cual espigas levantadas deseando
tomes de ellos, el alimento para tu sustento.
Quiero ser quien sacie tu hambre y tomes de mis pechos,
y abrazado a mi cuerpo los dos ya purificados beber
de la copa del pacto de amor santificados por Dios.
Quiero ser letanía en tus labios la noche de tu deleite,
y cantar salterios envueltos de amor sintiéndonos en la piel
como penitencia de amor, entregarnos al deseo de tenernos,
hacer conjuros de amarnos ahora y en la otra vida también.
Que tu piel comulgue con la mía, en el santuario de amor,
como una devoción sean rezos de amor, y bebernos en besos
de penitencia, vivirnos bajo sábanas de seda llenos de besos,
consagrar los cuerpos sin pecado solo por amor de los dos,
y confirmación de amarnos hasta la eternidad y ser eternos.
Quiero quedarme en el reclinatorio de tu mirada...
para gozar del deleite de sentir tus ojos desnudándome,
y tu cuerpo sobre mi cuerpo sentir a plenitud el amor,
y saciar el hambre que los dos estamos deseando de tenernos.
Rezo de madrugada buscando tus besos los que aplacan mis pecados,
quiero tus labios en los míos y beber el vino de consagrar
y comulgar los dos, en un solo cuerpo para ser uno.
bendecirnos con agua bendita y no sea adulterada la noche que
corones con tus labios todo mi cuerpo desnudo y bajo tu mirada
antes de la alborada jurarnos amarnos eternamente en
comunión de almas que se vivirán eternamente, \'Ora Prono bis\'
te ofrezco mis besos vírgenes en tus labios purificados.
seremos rosarios de versos cantados, cuando nos sorprenda
La noche del desposorio, de alma, cuerpo y espíritu,
Uniendo el alma y el cuerpo santificados y unidos por Dios,
atados con lazos de boda y vino derramado en la boca,
y nuestros cuerpos glorificados delante de Dios,
con aceites y especies aromáticos, derramados en la piel de los dos,
para no morir sin confesión de pecados, aquellos que nos separaron
pero hoy hemos gozado, como sustento de amor y aliento de vida.
Tú y yo nos perdonamos todo por absolución y sin remisión de pecados.
Y si de amor hemos de morir, que sea amándonos con promesas,
y será juntos abrazados por este amor, bendecido delante de Dios,
con la bendición de los dos, en un santuario de amor y de promesas.
Si tú mueres primero, vendrás por mí, es promesa de amor,
Si muero primero, vengo por ti, para amarnos después de la muerte.
Alicia Pérez Hernández...México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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