Es un grito desaforado,
que enmudece el sentir,
el alma no sabe si morir
el cruel ocaso ha llegado.
Se recuerdan días pasados
nítidos en la memoria;
son escenas irrisorias
de instantes inolvidables
de ratos bellos y agradables
que quedan en la historia.
Los colores del pasado se opacan
al recordar vividos momentos
se esfuman reacios en el intento
por el laberinto intrincado del olvido;
en el horizonte senil se vislumbra
destellos de claridad en la penumbra
se aferra el alma y el sentido
a la fuerza etérea y fantasiosa
que es intensa ,sublime y maravillosa.