Aquella primavera luminosa
graciosa parecía regia estrella;
doncella virginal y glamorosa
airosa y con fulgores de centella.
Su huella deslumbrante y prodigiosa
preciosa y muy sensual su luz destella;
resella el corazón su estela hermosa
gloriosa y fascinante ninfa bella.
Mirando su figura dulce y mística
holística lujuria fue brotando;
soñando del placer su nota dística
mirística emoción se fue forjando;
formando de ilusión la chispa erística
casuística pasión me fue abrazando.
Autor: Aníbal Rodríguez.