Fascinante refugio del ímpetu, es tu boca,
besa, ríe, ama y canta,
con el explícito lenguaje de la vida,
como pétalo que vuela en la mañana,
con el sonido insólito del misterio.
Seductora, ardiente, formidable,
besa la noche con su dulzura sacra,
estampando su borde de anhelos,
con trazos de exhalación y entrega.
Sueñas en silencio, retumbas con tus versos,
renaces con la melancolía,
descubres la luz como una flor febea,
agitas lo verbos como mar violento,
Bendita sea tu boca,
reanima las almas con el soplo del deseo,
como torbellino de luna y fuego,
como remanso de aurora y paz sobre la laguna,
a veces queda, a veces ansiosa,
sedienta de flor y vuelo,
rasgas las noches con tu carnosidad y lirismo.
Déjame gozar tu vértigo,
deleitarme ingenuo,
en el tremor de tu aliento.
Admite cerrar tus labios,
con el latido de mis besos.