Hoy no quise suspirar y suspiré,
y detesto suspirar sin poder evitarlo,
aquel suspiro es pena, impotencia, dolor y sueños muertos, inertes, lejanos e imposibles,
hoy nuevamente suspiré, ¡diablos, es horrible suspirar!
y no poder cambiar, ver el barco que pasó, se alejó y nos dejó,
un maldito amanecer, y todo sigue igual, intacto, perenne, duro, recio, gris,
nada ha cambiado y no sé si cambiará
¡Cuándo va a llover!, ¡cuándo iré en el barco!, ¡cuándo este infierno cambiará!
¡ya no quiero suspirar!, los recuerdos me sumergen a su antojo, me zarandean y me han robado una y mil lágrimas también,
los suspiros son payasos tan horribles, que se mofan y festejan, tantos golpes y desdichas,
y la vida sigue y sigue, y ese barco ya se fue, nunca más ya lo veré.
Por Titánico
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