POEMA DE LA FUGA INFINITA.
Y tu mano tembló dentro la mía
era el triste momento de partir,
te has vestido mujer de lejanía,
y yo quedo con ganas de morir.
Tu indecisión, tu boca que se aleja,
tu linda faz oculta entre las manos,
tu llanto que en tristeza se refleja,
y los sueños se vuelven más lejanos.
Hicieron que mi alma se turbara,
y quedé triste bajo el sol que quema,
Pidiendo que la muerte me llegara,
y así el dolor se transformó en poema.
Y por tu hermosa y divina cara,
rodó una perla de caliente llanto,
no bastó que con ansia te rogara,
que tuvieras piedad de mi quebranto
Hoy que a mi ser abandonó la calma,
que de tanto llorar no tengo llanto,
siento tanto dolor dentro del alma,
un dolor que difícilmente aguanto.
Otro mañana te dirá al oído
palabras que antes yo soler decía,
a todos les dirás, que es tu marido,
y yo sabré, que ya no eres mía.
KIN MEJIA OSPINA