Pablo R.
DE VIERNES A LUNES
esas que aparecen con el deshielo
libro abierto que el poeta
en su insomnio había escrito,
entre puntos suspensivos.
era efigie imperturbable,
Era mi amante de viernes,
la más bella que he tenido,
en las tardes de domingo,
sin pretextos ni testigos,
de amor, nostalgia y olvido.