Mujer que sueñas despierta
con seres celestiales,
que te impregnan sensibilidad
en tu corazón de fervor
a la cristiandad.
Que vagas por toda Castilla,
a paso lento de cabrilla.
limpiando las almas,
y guiándolas a la eterna
y dulce espiritualidad.
Creas conventos
para almacenamiento
de almas perdidas,
en celdas seguras con cruces
de ébano carcomido.
Mujer que saliste
andando en zapatillas
por esos caminos
de polvos transformados
en piedras de cantos
de tanto rodar.
A tu tierra ni el polvo
has de dejar.