Se desperfila tu rostro creando una brisa límpida
que se posa en las capas de mi dermis;
traspasa los espacios hasta llegar a los nervios
que galopando van... hasta mis neuronas,
secretando hormonas de amor y felicidad...
Es un deleite exacerbado, beberte lentamente;
anegarme en tus espacios e impregnarme de ti;
volar entre tus brazos al cielo vestido de azul,
liarme a tus ansias y perderme adherida a ti...
así, sin más, levitando al universo espiralmente.