Iluminas todo con tu negrura,
irradias hasta en la noche más oscura,
o en el abismo más profundo,
existes antes de la creación del mundo.
Vagas por doquier en el universo,
en la mar más profunda o en el cielo nocturno,
al cerrar mis ojos te veo,
cayendo en un sueño profundo,
esperando que el planeta gire
cambiando el día su turno.
No estarás al amanecer,
como llamas, te habrás extinto
sin embargo, lo oscuro de tu ser,
acompañara mi cuerpo,
cuando ya humano deje de ser;
mi alma verá la luz, la única que tu reino tumba,
mientras acompañas mi cuerpo en la tumba,
cuando sea cadáver.