Hay canas en mi cabeza,
como roció en el campo,
como estrellas en la noche vagabunda y muda,
que me condenan a seguir soñando,
en mi eterno afán de estar despierto,
para contemplar las aves y las flores,
y hablar con ellas,
y murmurar amores,
como loco incurable, que busca el sosiego
que anhela tus brazos, para reposar en ellos.
Hay canas en mi cabeza,
irrigando nostalgias, contemplando los astros,
esperando la lluvia, como Hada sonámbula,
abrazando las flores, en la clara mañana
mansamente silenciosa, como alba de esperanza.
Hoy como ayer será mañana,
ambicionando tus ojos,
para contemplar la montaña,
y descansar en la hierba,
que refresca tu aliento,
y ser ave y ser canto,
como anuario cano continuar soñando
Continuar buscando, la razón y el verso
La palabra simple, la caricia tersa
La amorosa rosa, la sonrisa clara
La constante imagen de la espera plena
La quietud del alma
Tu pasión y entrega.