Aquí, en suspiros detenidos,
la frente erguida, con aspavientos,
método ineficaz, luciérnaga de poniente,
estrategia inefable, tu bello nombre
espalda ciega e insomne, tributo oficial.
Aquí, química de los incestos, triturando
placentas, laúdes conquistados
a un diapasón oculto, luz de sombrero.
Entonces, entre nieblas ocupado, la incierta
luz de atardecida, atrae vasos llenos
de licor y de cristales; donde el vaso
rebosa su líquido de ámbar. ©