Mi soledad
Fuiste tú la magia
entrecortada
del convivio,
sacaste filo
a mis aspas
puliendo mi soledad,
te dejé volar
sin debatir
por qué;
tendrías tus razones
fueran tuyas
o prestadas, no lo sé.
La soledad mostró
su brillo oscuro
y silente,
me puso alas
e invitó a volar
en sueños,
hacerte confesar
era, quizá,
la salvación;
vaya estupidez
pensar en eso,
pensar así...
sabiendo habías
muerto de placer
en vuelo,
sabiendo habías
muerto de dolor
y penas.
Jerry Méndez
México
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