Estás al fondo de mis paisajes,
por el cielo adelante,
en donde te presiento tantas veces,
sin nacimiento, sin muerte...
¿Quién eras antes, dime?
de la irrupción de los montes y volcanes,
de los ríos y de los vegetales,
de las aves que aparecen por los rincones...
¿Quién eras antes, dime?
Que estoy aquí con el corazón latiéndome,
exhausto de esperarte,
tras cada verso que me dicta la mente...
¡Oh, Sumo Hacedor ahora y siempre!
¿Cómo habré de hallarte?
si vivo de rodillas con todos mis reveses,
y necesito que me salves...