Voy siguiendo ese camino
que va directo a la muerte
lo que depare la suerte
eso es cosa del destino.
Al igual que un peregrino
mi senda será la vida
esa meta pretendida
debe mover nuestro aliento
pues en el alma ya siento
que se acerca la partida.
Mi mente está preparada
para afrontar el momento
más esa paz que aparento
eso tan solo es fachada.
Llega sin decirte nada
cual sigiloso enemigo
no deja ningún testigo
ni espacio a una despedida
con alma de malnacida
te arrastra como castigo.
Llegará ese último viaje
preludio de la otra vida
ese punto de partida
marcará el fin del pasaje.
Pagaremos el peaje
por la fugaz existencia
resignados con paciencia
a saber que hay de verdad
tras esa triste ansiedad
que esconde nuestra creencia.
Classman