alicia perez hernandez

ME SABES A BESO DE DOMINGO...

ME SABES A BESO DE DOMINGO...

 

Me sabes a beso de domingo desvelado

en la estancia de mis labios rojos.

A perdón, cuándo no nos tenemos para los dos,

y olvidos, para quien tenemos que olvidar para ser felices.

Eso será antes de irnos para amarnos para toda la vida,

...Y ser beso de amor incrustado, en la carne de los deseos.

Me sabes a piel, enredada en la piel, de mi desnudo

desde antes, y de muchas madrugadas fogosas contigo.

Me sabes a miel en los labios… a mordida de amor.

¡Ojos hermosos, míos! desde tú mirada que me enamora,

cada vez que te veo desnudándome la piel que te nombra

todas las noches, y me provocas fantasías eróticas.

Siento ser de ti, y para ti toda la vida, desde aquellas noches

de antes, cuando éramos unos perfectos desconocidos,

y nos amaneció el amor en la cama una noche cualquiera, 

y fuimos dos deseos, amándose, desnudos desde adentro,

 desde donde nace el alma, y el alma, se entrega por amor,

desde ahí; donde termina la vida, y empezamos a vivir otra vida.

Eres y serás, vida de mi vida,  ¡Vida qué se vive!

para vivirme en la glorias de tus besos, besos míos,

y ser tu amor en cada estrella, qué bajas para mí,

para ser feliz en ti, y tú en mí, por la eternidad de la vida.

Me sabes a pasión de domingo, todas las noches,

...cuando tus manos entran en mis muslos,

y mis senos se alteran, y se levantan, elevándose a tu boca

fresca, erectos, esperan el beso de tu boca con sabor a miel.

Me tiemblan las piernas, al sentir las tuyas, enredadas en las mías,

y las rozas con tus dedos largos y suaves,

y cómo pétalos de rosa, me enciendes, y estoy ardiendo

de pasión, y me haces pasión, con tus besos de domingo,

besos fogosos, de tu boca en mi boca, como volcán en erupción,

Soy explosión en tus brazos, y con alevosía busco tus abrazos

que me hacen arder, con fuego que no se consume,

ardemos y sucumbimos, al deseo de sabernos amándonos,

ardemos como tea humana, o una vela que no se consume. 

y apagamos el fuego con más fuego, y la pasión nos une por amor.

Siempre tuya, siempre mío. ¡Ojos míos de mi querer!

 

Alicia Pérez Hernández... México

No es la pluma la que escribe, es el alma

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