Mi presente es lo seguro,
Es lo que tengo,
Es lo que puedo aprovechar.
Nada en esta vida está garantizado,
Ni lo que comí, menos lo que el viento ha de llevarse,
¿Pero, qué he de ganar si siembro en mi presente?
La dicha de haber vivido,
Eso ganaré.
Podré llorar amores,
Sufrir desiluciones,
Tirar por tramos la toalla,
Pero aprenderé.
He ahí la importancia de sembrar y dejar la vida pasar,
Pues con una avanzó al futuro,
Y con la otra solo estoy por estar,
Sin una ilusión, gastando aire.
Deambulando por la vida,
Arañando el camino,
Quejándome de que merezco todo solo por existir,
Sin valorar la fuerza y la lucha ajena.
Haciendo añicos la credibilidad de mis creencias,
Triturando los más nobles sentimientos,
Asesinando sueños que nunca tuvieron derecho a apelar a hacerse realidad.
Tratando de cambiar un mundo en el cual me he anulado,
Y así, perdiendo el tiempo vital,
Que todos anhelan,
Que podría mover montañas.
Oh, hasta cuándo...
Cuando dejaré de excusarme y seré valiente para resistir mis errores,
Cuándo tendré la capacidad de ser empática con los que me rodean,
Pero en especial conmigo,
Cómo he de mejorar algo para lo que no me he preparado.
Simplemente estoy existiendo por gusto y gana...
Cumpliendo requisitos y llenando formularios,
Haciendo lo políticamente correcto,
Pero no lo justo.
¡Qué difícil es vivir, sin tener un propósito!
Pero es desgastante sufrir por no tener la capacidad de cambiar la realidad en la que ahora vivo.
Es de cobardes darse la media vuelta sin entregarse al proceso,
Sin dejar el alma en este escenario,
Ahogando las penas entre llamas y flechas que atraviesan corazones y desgarran vidas
-Joss-