Manuel Calderon Alvarez

El cancerbero de nuestra historia

Y es que eres tú,

la que en mi vida y en mis días,

illumina mi corazón,

la que despolariza su contracción,

 

Decirle que es una chica sin comparación,

no puedo, porque eso ya lo sabe sin antelación,

sé que su alma está herida,

y aunque la quiero, no puedo ser su guía.

 

Sé que en su vida hay mucho drama,

temo que mi amor empeore su panorama,

Pero no puedo evitar mi sueño de ser su compañero,

y darle todo mi amor sincero.

 

Sé que no soy su cura ni su mesías,

ni la solución de su vida cual credo,

pero anhelo ser su fiel cancerbero,

y hacer de la vida, un infierno más llevadero.

 

No sé si estamos en la misma sintonía,

porque su flecha no es lo mismo a mi agonía

pero quisiera ser su confidente,

y demostrarle que juntos podemos vivir una travesía.

 

Ella necesita tiempo para curarse,

para cerrar las heridas del pasado,

y yo estaré, galeno, esperando,

para brindarle mi apoyo en su estado.

 

Aunque ella no esté lista para el amor,

yo estaré aquí, fiel y sin temor,

porque sé que ella vale la pena,

y quiero ser su compañero de vida, su mejor escena.