Cuando tus besos se hacían poemas,
cuando tus manos las mías trenzaban;
cuando tus risas ternura inspiraban
eran los días de glorias supremas.
Cuando tejimos de amor sus fonemas,
cuando tus ojos de luz se llenaban;
eran los días que siempre borraban
todas las dudas que causan problemas.
Fuimos un mundo de hermosa utopía,
fuimos el alfa, también el omega
donde flotaba con gran alegría
dulce promesa que fe nos entrega;
pero la vida su trampa tenía
donde mentira sus alas despliega.
Autor: Aníbal Rodríguez.