Hallándome ya vivido y hecho en tiempos
no he encontrado al sustantivo que te nombre,
capullo virginal en mí escondido,
y queriendo abrirse a la vida y en la vida
abrir sus alas en caricia plena.
Nieblas en el enchapado de este invierno
y en los despojados árboles que amo.
Dime tiempo ¿en qué he fallado?
Si es que en algo he fallado y yo no veo
los ruidos de la noche en el deseo.
Hay dobleces en la esquina que seguro
no es el sitio aconsejado para el quiebre.
Buscaré entonces lo global del universo
y en él el nombre propio lleno de nutrientes
para fecundar el ser, sin él infértil.
De mi libro “De poemas que morían”. 2017 ISBN 978-987-4004-38-3