Del baúl, removiendo los recuerdos,
encontré aquel papel con esos sueños
lleno de esos purpúreos anhelos,
cubierto de ese llanto y de esos besos;
que entre mi corazón y mis deseos
permaneció escondido, gran secreto,
cubierto de nostalgia y de silencio
con callados suspiros y un te quiero;
y lloré como nunca, mentecato,
pude ser muy feliz entre tus brazos,
pude vivir por siempre enamorado
sintiendo la tersura de tus manos
y de tu bello cuerpo los regalos
que dejé por cobarde en tu regazo...